Los Problemas del Estado tienen solución

Si tengo que contarles cómo lo logramos, les digo que empezamos por el principio: ordenar las cuentas públicas. No hay ciudad, provincia ni país posible con cuentas desordenadas.

Bajamos el gasto público revisando cada detalle. Cuidamos cada peso que ingresaba de la misma manera que lo haría cada uno de nosotros en su casa o en su empresa.

Establecimos un plan, ordenamos, cambiamos privilegios por soluciones. En ese proceso dimos de baja vehículos que no eran indispensables, celulares que estaban sin uso, inmuebles que generaban enormes gastos de mantenimiento y no cumplían funciones. Todos estos gastos multiplicados por el volumen de un municipio desordenado, generaban una gran pérdida de dinero.

Además, profesionalizamos la planta para que donde había 3 personas sin calificación para el trabajo, hoy hay una sola. Pasamos de 1400 a 800 empleados, sin despedir a nadie y dando aumentos de sueldo siempre por encima de la inflación. Se puede, créanme que se puede.

Estas decisiones fueron firmes desde el primer día y sostenidas a lo largo de los años de la gestión. Por eso hoy podemos hablar de este 53% de superávit que nos permitió cambiar la ciudad.

Fijamos un plan con un objetivo claro: de la puerta de la casa hacia afuera igualdad de condiciones para todos. Avanzamos con prioridades bien definidas, para proyectar a futuro había que cubrir necesidades básicas.

Cuando llegamos había 17 barrios pavimentados. En estos años hicimos más de 4000 cuadras, que equivalen a 55 nuevos barrios. Hoy nos faltan menos de 20 para completar el Partido.

Tenemos el 97% del Partido con servicios básicos: agua potable, gas natural, red de cloacas, y tratamos el 100% de los efluentes antes de volcarlos al río. Estamos trabajando para alcanzar a la totalidad de vecinos. Estamos colocando iluminación LED en toda la ciudad, aumentado en un 60% la cantidad de luminarias.

Con necesidades básicas satisfechas avanzamos hacia la infraestructura, grandes obras que amplían la matriz productiva que nos permitieron independizarnos del precio del acero que condicionaba el crecimiento de la ciudad y la tasa de desempleo según los valores internacionales.

Transformamos el Municipio para el ser el primero 100% digital. Los vecinos ya no hacen filas ni pierden tiempo con la burocracia que caracteriza al Estado. Hoy en 90 minutos en San Nicolás obtenés tu licencia de conducir, y si demorás más es sin costo. En el transcurso de un día podés habilitar tu negocio para empezar a trabajar.

Empezamos realmente a proyectar el futuro de la ciudad y desarrollamos infraestructura para consolidar su potencial:

• Construimos el primer parque industrial, que hoy se encuentra en expansión. Una herramienta para que las pequeñas y medianas empresas nicoleñas tengan oportunidades de crecimiento.
• Construimos el Predio Ferial y Autódromo, que nos permitió asociarnos con Expoagro y ser su sede estable; recibimos cada mes de marzo a más de 150.000 personas. También recibimos a las categorías más importantes del automovilismo, lo que le da a San Nicolás una notoriedad que la posiciona competitivamente en la provincia y en la región.
• En paralelo, impulsamos el turismo como herramienta de progreso, dimos un giro de 180 grados para una ciudad que vivió siempre de espalda a la costa, poniendo en marcha el plan San Nicolás de cara al río. Teníamos 2 km de costanera y hoy estamos trabajando para llegar a los 23 km.
• Por primera vez en la historia tenemos playas para los nicoleños. Construimos un puente que une la ciudad con las islas. Esto permitió que las familias nicoleñas y de los alrededores pudieran conocer uno de los lugares más lindos que tiene San Nicolás.
• Tenemos un Eco Parque, donde antes había un basural. Recuperamos un espacio que hoy es un lugar ideal para pasear en familia, realizar deportes y conectarse con la naturaleza.
• Todo esto cambia la cotidianidad de la ciudad y también activa la economía, eso hace que recibamos cada fin de semana a visitantes de toda la región.

Lo que enumero es mucho más que un listado de obras, es la transformación de una ciudad con un plan a futuro. Logramos cambiar con hechos concretos la vida de los vecinos.

El caso de San Nicolás nos demuestra dos cosas claras: que no hay soluciones mágicas a los problemas del Estado y que los problemas del Estado tienen solución.

La importancia no solo está en tener un buen plan, también está en mantenerlo. En fijar el rumbo y avanzar, algo que en nuestro país cuesta mucho sostener. Perdemos demasiados recursos en ir y venir en direcciones contrarias.

En San Nicolás tuvimos que dar muchas batallas para avanzar. El país que viene tiene por delante esas mismas peleas. Necesitamos poner las cosas en orden y firmeza para mantener las decisiones.

Cuando cuanto el caso de San Nicolás, quiero transmitir la convicción de que se puede salir adelante. Nosotros pudimos transformar la realidad de una ciudad con un equipo de trabajo comprometido y el esfuerzo de todos los nicoleños. Por eso, no tengo dudas, los problemas de la Argentina tienen solución.